sábado, 2 de mayo de 2009

Frío rutinario


Quiero ser la dueña de tu mirada
sentir tu sombra cada tarde
derretirme al calor de tu contacto
quiero desear tus labios una y mil veces.

Quiero mirar la prisa de tus mañanas
verte sumergido en tu mundo urbano
escuchar tus historias cotidianas
quiero ver cuando te vence el cansancio.

Quiero tus escusas y cumplidos
explotar con la liberación de tus instintos
erizarme con la furia de tus gritos
desgarrarme con tu compungido llanto.

Quiero el apoyo de tus francas manos
el abrigo de tus vertiginosos brazos
la ternura de tu escurridiza ingenuidad
quiero tu presencia aún con tu ausencia
porque vivo en esta ciudad.

1 comentario:

juliocesar dijo...

que hermoso poema, me toco las fibras del corazon. Ya veo que cuando te inspiras puedes dar lo mejor de ti, enfocate asi como ahora y veras que te saldran preciosos como este poema.